10 consejos a tener en cuenta antes de una reforma en casa

¡Ojalá tener una de esas casas de revista! ¿O mejor de esas de programa de televisión americano? Sueñas con pisar esa baldosa, acariciar aquel rodapié, observar de cerca esa moldura…

¡Ojalá tener una de esas casas de revista! ¿O mejor de esas de programa de televisión americano? Sueñas con pisar esa baldosa, acariciar aquel rodapié, observar de cerca esa moldura… Pero de repente, un huracán irrumpe en tu fantasía: -¡Toc, toc! ¿he oído reformas? ¡Abre, que soy el estrés!-. De eso nada; echa bien el cerrojo con estos 10 consejos para no sólo sobrevivir a una reforma sino, además disfrutarla ;)



¿Sabías que la reforma para obtener la casa de tus sueños no tiene por qué convertirse en pesadilla? Todo pasa por enfrentarnos a ella con las ideas claras, organización milimétrica y, por supuesto, con la certeza de que el resultado, pase lo que pase, habrá merecido la pena. Si hay una creencia popular que asocia las reformas al estrés irremediable es porque la mayoría se enfrenta a ellas sin saber por dónde empezar; y nunca mejor dicho, ¡no se puede empezar la casa por el tejado!

Tanto si pretendes asumir una reforma integral, como si necesitas arreglar algunos desperfectos para “pasar la ITV” a tu casa o si simplemente quieres renovar el baño o la cocina, sigue leyendo. Esa casa con la que sueñas está ya un poquito más cerca.

1. TEN CLARAS TUS NECESIDADES

Da igual que tu cuñado piense que necesitáis una habitación extra, que tu hermana crea que os hace falta más espacio de almacenamiento o que tu madre diga que es mejor bañera que ducha. Quien va a hacer vida en esa casa eres tú y, por lo tanto, son tus propias necesidades las que deben primar por encima de todas las cosas, por muy buena intención que tengan todos aquellos conocidos que ya cuentan con “un grado en reformas”. Siéntate tranquilamente y decide qué es lo que realmente quieres y/o necesitas. Evita ante todo improvisar y trata de dejar todo atado, incluso la época del año en la que esta reforma causará menor trastorno en tu rutina. Intenta pensar también en si puedes aprovechar para arreglar alguna otra cosa. Por ejemplo, si vas a cambiar el suelo del baño, quizás sea un buen momento para sustituir las viejas tuberías y evitar tener que levantar este nuevo suelo en un futuro cercano.

2. ESBOZA EL RESULTADO FINAL

Una vez tenemos claro qué es lo que de verdad necesitamos, nos será de bastante utilidad visualizar un boceto de cómo será nuestra futura casa. La tecnología y la realidad aumentada han hecho maravillas y actualmente disponemos de algunas apps y harán de esta tarea algo al alcance hasta de los menos agraciados con el don del dibujo. Youcandeco, Room Scan o Home Design son algunas de ellas.

3. CALCULA PREVIAMENTE LOS GASTOS DE LAS OBRAS

Si tienes entre manos una gran reforma y quieres ahorrar en imprevistos futuros, lo mejor es acudir a un profesional que establezca un resumen de acciones a llevar a cabo y unas mediciones correctas con las que poder solicitar presupuestos (hacerlo tu mismo si no tienes ningún tipo de experiencia o conocimiento previo es arriesgado, ¡lo barato sale caro!). Además, podremos consultarle si estamos cumpliendo con la normativa vigente, qué licencias deben contratarse y cómo se debe comunicar la reforma a los vecinos. Y es que ya se sabe que… ¡más vale prevenir que curar!

4. LA CUESTIÓN MÁS TEMIDA: €€€

Si tu mayor preocupación es cómo vas a poder asumir económicamente esta reforma soñada si ya te cuesta ahorrar hasta para una semana de vacaciones, estás en el lugar adecuado. Te presentamos a tu mayor aliado: Cetelem. Gracias a sus préstamos de Reforma y Hogar podrás financiar hasta el 100% del presupuesto. Incluso tú mismo puedes calcular la cuota mensual que deseas para tu préstamo, ya que podrás contratarlo desde casa, con un proceso 100% online y con una respuesta inmediata. 

Tampoco tendrás que cambiar de banco ni contratar nuevos productos. Ni preocuparte por el máximo de importe o cuotas: puedes financiar tu préstamo hasta en 96 meses en el caso de que solicites 10.000 euros o más (¡hasta 60.000!), mientras que si necesitas menos, podrás escoger hasta 60 meses. La selección de proveedores tampoco será un problema, podrás financiar la obra tanto si la hace una empresa o un autónomo, como si decides hacerla tú mismo comprando los materiales. ¿A que ya no tienes excusas para no cumplir tu sueño?

5. ¡CONTRATA AL MEJOR! (Y SIN RIESGOS)

La búsqueda de profesionales a los que encargar tu reforma puede ser dura, ¡hay mucho donde elegir y poco a lo que agarrarse! Por eso es necesario establecer ciertas prioridades y que tus candidatos cumplan, sí o sí, algunas premisas básicas: poder ver trabajos que hayan realizado anteriormente, hablar personalmente con ellos y revisar si existen opiniones fiables de otros clientes. Asegúrate de que la empresa sea seria, que tenga un NIF, una cuenta bancaria y un seguro de responsabilidad civil por su actividad. Si te piden un pago por adelantado, no superes el 30-40% del total. A medida que se terminen fases puedes ir haciendo otros pagos, y cuando la obra esté terminada del todo, hasta los más pequeños detalles, completa el pago. Pide la factura y paga siempre el IVA, es una obligación además de tu garantía para reclamar si hubiera problemas.

6. COMPARA PRESUPUESTOS

Una vez hemos seleccionado qué empresas nos van a ofertar el presupuesto de la reforma de nuestra vivienda, comienza la batalla de los presupuestos. Lo más importante es no caer en la tentación de cometer el más común de los errores: dejarnos llevar por el precio final más económico. Ojo, no todas las empresas ofertan lo mismo (una correcta medición nos ayudará a evitar discrepancia en este punto). Además, no es oro todo lo que reluce; si tenéis dos presupuestos que rondan los 3.000 € y uno de 1.500 €... algo falla, y falla en el de 1.500 €. Posiblemente las calidades de los materiales sean bastante más bajas o la mano de obra sea barata y, probablemente, con inexperiencia.



7. EL PAPELEO: CONTRATO Y GARANTÍAS

Antes de comenzar las obras de nuestra casa, es imprescindible elaborar un contrato de obra que garantice la calidad de los trabajos y los materiales a emplear, establezca un plazo de terminación de las obras y un presupuesto. ¡Que no quede nada al azar! La empresa encargada de la reforma deberá firmar este documento. Créenos, nada como este papelito para evitar futuros dolores de cabeza.

8. EL PAPELEO II: PERMISOS Y LICENCIAS

Otro punto fundamental es la obtención de aquellos permisos y licencias que sean necesarios. La empresa que contratemos debe ayudarnos a gestionar los mismos, ya que muchas veces no sabemos qué debemos solicitar para comenzar la reforma con buen pie. Tranqui, las licencias en reformas no suelen ser muy caras ni complejas de realizar, por lo que no debemos temer a las mismas.

9. SIGUE DE CERCA EL PROCESO DE OBRA

¡No les quites ojo! Si lo haces, es muy probable que algunos pequeños detalles especiales que tuvieras planeados se queden por el camino o acaben puestos del revés. Piensa que, por muy buenos que sean los profesionales que hayas contratado, no tienen poderes telepáticos. Y si no te expresas bien y sigues muy de cerca cada paso del proceso de obra se puede malinterpretar algo o, sencillamente, obviar. También es importante que no te calles: si algo no te gusta, ¡DILO! Es tu casa y tu dinero, lo vais a estar viendo día tras día… y pasar por alto algo que no os satisface es bastante peor que no decir ni mu tras un mal corte de pelo en tu peluquería de siempre. Además, es más fácil corregir algo mientras se está realizando la reforma que una vez haya terminado.

10. PACIENCIA, QUE ES LA MADRE DE LA CIENCIA

Cualquier tipo de obra o reforma lleva su tiempo. Y ya te avisamos de que es muy posible que este acabe dilatándose un poco más de lo esperado en un principio, ¡es totalmente normal! No te agobies y trata de disfrutar del proceso. Al fin de cuentas ya se avista a lo lejos la casa de tus sueños y esto no es más que un sendero con algunas piedrecitas.


¡Ya lo tienes todo listo! Abre los ojos y comienza a soñar en 3, 2, 1...